Yo soy lo primero y lo ultimo. Yo soy la honrada y la despreciada. Yo soy la puta y la santa. Yo soy la esposa y la virgen. Yo soy la madre y la hija... Yo soy aquella cuyo llanto es enorme, y no tengo esposo... Yo soy el conocimiento y la ignorancia.

- pie de foto de sOpHiA de Alex Grey

lunes, 20 de septiembre de 2010

... del karma

Luego de analizar las cosas he llegado a una conclusión, creo q el karma no existe. Es puro cuento para encarcelar tu mente. El karma según es todo aquello que debemos, no?, aquello malo que uno hace y que regresa, es como si no pudiera ir caminando por el miedo de pensar que en cualquier momento me va a pasar algo o me va a caer un rayo solo porque he hecho cosas mal y he sido una mala persona, cuando lo que me pasa es porque yo lo deseo, porque soy la creadora de mi vida y como tal soy responsable de mis actos. Es vivir con miedo porque no he llevado una vida virtuosa, es predisponerme a los hechos, anticiparme a un futuro incierto. El karma es algo así como los pecados, que fueron creados con el único fin de hacernos sentir culpables, de avergonzarnos por lo que somos, culpables por sentir odio, deseo, placer, por tener pensamientos impuros y pecaminosos, cuando son sentimientos naturales en el ser humano, es mentiroso el que diga que no ha disfrutado o fantaseado de alguna perversión maliciosa, ¿Quienes somos para negarnos todas esas posibilidades?. En general todos estos asuntos de índole religioso se usan para someter a las personas, para esclavizar el espíritu, para esclavizar nuestra mente. Como toda esa gente fanática que necesita desesperadamente aferrarse a algo, creer en algo, porque la tele les tiene bien lavado el cerebro y necesitan creer en la virgen de Guadalupe que se apareció en el pan, o en el cofre de un coche, y que si no te casas por la iglesia tus hijos serán unos bastardos, ooooh!! Que miedo!! En fin, cosas así. Los que quieren creer en eso, es su vida, son libres de hacer lo que quieran, si así son felices que bien por ellos, a mi me da flojera eso de estar temiendo la ira de Dios, él Dios en el que yo creo es mejor que eso. Tenemos todo a nuestro alrededor, estamos tan ciegos que no nos damos cuenta que tenemos todo para hacer y deshacer. Perdemos el tiempo al sentir culpa por todo, cuando habría que sentir placer por todo cuanto podamos porque somos parte de todo. No puedo estar creyendo en cosas que me detengan a meditar sobre mi pasado, voy a hacer lo que quiero y lo que creo sin importar las consecuencias, con el firme pacto de no arrepentirme nunca de nada, que nada me preocupará pues así lo he decidido desde un principio.